Por otra parte, cierto número de profesiones acabadas en el sufijo -ista dan lugar a ambigüedad, por lo que se les suele agregar el artículo la para deshacerla cuando se trata de femeninos: la especialista, la electricista. Hay excepciones, como mano, dinamo y seo que son femeninos aunque acaben en -o; inversamente, algunos nombres acabados en -a no son de género femenino, sino masculino, como el día o el mapa, sobre todo los acabados en el sufijo griego -ma: fantasma, estigma, magma, apotegma, etc., chandal real madrid hombre aunque en la lengua clásica del Siglo de Oro su género era vacilante.