Los sustantivos que en masculino no llevan el morfema de género o terminan en consonante, el femenino se forma añadiendo el morfema -a, por ejemplo: profesor – profesora, león – leona, escultor – escultora. Si el nombre en masculino termina con -o, en femenino termina con el morfema de género -a. Hacia mediados de siglo se denotó la influencia francesa, aunque reinterpretada de forma más sobria: se sustituyó el jubón por una levita con faldones y el pantalón se hizo más ancho y adornado con lazos, cintas y encajes.