Las damas las usaban sobre todo para ir al teatro sin ser reconocidas, ya que en aquella época estaba mal visto que las damas de la alta sociedad acudiesen a representaciones teatrales. Comenzaba por debajo del busto, al que otorgaba la forma llamada «pecho de paloma», y desplazaba las caderas hacia atrás, acentuando las nalgas, lo que a la larga provocaba problemas musculoesqueléticos. Sin embargo, la elección de la reina Victoria del color blanco para su vestido de novia sentó tradición y, desde entonces, chandal madrid fue el color mayoritariamente elegido para los esponsales.