Las monjas llevaban dos túnicas, una capa y un velo. En el hombre («castizo» o Manolo) consistía en chaqueta, chaleco corto, calzón, capa y tricornio o montera, mientras que en la mujer (la «maja») se llevaba un jubón de raso y una basquiña con enaguas, adornada con azabaches y red de madroños, complementada con toquilla, chal o mantón, y peineta para el cabello. Asimismo, puede funcionar como adyacente en función de adyacente adjetivo toda una proposición subordinada de relativo o adjetiva: «El libro que me prestaste».