Su vinculación a la moda se produjo sobre todo de la mano de Elsa Schiaparelli, una modista italiana afincada en París, muy relacionada con el mundo del arte: para ella, sudadera madrid el diseño de moda era una actividad artística. A finales de siglo la moda cambió nuevamente: se llevaban vestidos de sisa alta y mangas ceñidas que alargaban el torso; las mangas tenían la copa fruncida para formar picos altos, que hacia 1894 se acolcharon enormemente.