También creó unas chaquetas en las que combinaba telas con metal y vinilo, con cuadros estilo op art. La emancipación de la mujer comportó una nueva silueta más libre y práctica, con libertad de movimiento, para lo que se afianzó el vestido camisero, un vestido recto y suelto, con una caída natural de la cintura a la cadera, altura hasta las rodillas y cuellos redondos o de pico, realizados en punto o rayón.