Hábil para el marketing, sabía vislumbrar las necesidades de sus clientas, a las que atendía en todos los aspectos, desde los vestidos hasta los complementos, perfumes y cosméticos. Se le atribuye la invención de los desfiles de moda, a los que acudían desde personas de la nobleza hasta celebridades como Mata-Hari, Mary Pickford o Lillie Langtry, la amante de Eduardo VII.