En 1891 abrió El Palacio de Hierro en Ciudad de México, un establecimiento que ofrecía las principales novedades en moda. Entre los revolucionarios se pusieron de moda el gorro frigio, la escarapela tricolor y los zuecos. En Argentina, los gauchos desarrollaron un tipo de vestimenta práctico pensado para montar a caballo, compuesto por unos pantalones holgados (bombachas) y una manta (chiripá) que se colocaba entre las piernas, chandal del real madrid atada a la cintura.