Una serie de ellos son tónicos, esto es, poseen acento de intensidad; otros no: son átonos y se apoyan para sonar en la palabra siguiente o anterior, por lo que se les llama clíticos; en la ortografía española los pronombres átonos se escriben adheridos al verbo si vienen después que él, chandal madrid pero no se hace así si están situados antes: «Dáselo» o «Se lo da». Por su acento de intensidad se clasifican los pronombres en tónicos, si lo llevan, o átonos, si no lo llevan.