En la segunda mitad del siglo XIV estuvo de moda la hopalanda (houppelande), una capa larga de uso tanto masculino como femenino, que podía ser sin mangas o con ellas, siendo entonces de forma acampanada o de saco; solía confeccionarse con telas de distinto color en cada lado del cuerpo (mi-parti). La ofrenda del corazón, chandal real madrid tapiz de Arras (c. En este período se dio la paradoja de que las mujeres de etnia han -el 90 % de la población- que no formaban parte de la élite podían llevar prendas no manchúes, por lo que las esposas e hijas de ricos mercaderes podían llegar a vestir más lujosamente que las damas de la Ciudad Prohibida.