Llevaban guantes largos de seda o cabritilla, chandal del real madrid así como capas con capucha o cofias de batista. Durante el conflicto parlamentario propiciado por Oliver Cromwell, los puritanos favorecieron un estilo más severo, de influencia neerlandesa, con sustitución de la seda por la lana y de los cuellos de encaje por otros más sencillos de lino. Entre los años 1970 y 1980 la moda masculina denotó una fuerte influencia de la ropa deportiva, aunada a una amalgama de influjos que iba desde la ropa clásica hasta el estilo pop, todo lo cual devino en un estilo apodado «casualismo».