Tras la derrota de Napoleón y la restauración de la monarquía en Francia, Europa vivió un nuevo período en el que predominó el conservadurismo, lo que se reflejó en la moda, que puso sus ojos en la indumentaria de períodos históricos como el gótico, el Renacimiento, el rococó y la Restauración inglesa. Las cruzadas reactivaron el comercio con Oriente, de donde se introdujeron numerosos elementos de moda, que también se introdujeron a través de la Hispania andalusí; ello se denotó en complementos como los velos usados por las mujeres, que se desarrollaron en forma de toca o griñón.