Esta falda se complementaba con el plaid, un manto igualmente de tartán que se abrochaba sobre un hombro. En el Londres de los 1960 se popularizaron las boutiques para la venta de ropa, hasta entonces centralizada especialmente en los grandes almacenes, enfocadas sobre todo a un público juvenil. En Escocia surgió un movimiento de revitalización de la indumentaria tradicional escocesa, chandal madrid favorecido por la literatura romántica y por la oposición a las leyes británicas que intentaron prohibir esta indumentaria por el apoyo de la población a los Estuardo frente a la nueva dinastía de Hannover.