En esta época estuvieron de moda los manguitos de piel para las manos, acolchados y de forma tubular, que llevaban tanto hombres como mujeres. En esta época surgió el décolletage (escote), una abertura en la parte superior del vestido que mostraba el nacimiento del pecho, lo que comportaba ciertas connotaciones eróticas y denotaba un mayor relajamiento de las costumbres sociales respecto a la moral cristiana que imperaba hasta entonces.